Cuando los casos de COVID-19 llegaron a su máximo en junio (cerca de 5.000 diarios), nuestra comuna ya venía preparándose. Dos meses antes, la Municipalidad de La Granja empezó a equipar sus centros de atención primaria y el alcalde, Felipe Delpin, mandató a su equipo de salud para armar una red de prehospitalización que operó desde mayo.
Fue así como se reacondicionaron los cinco centros de atención primaria de la comuna para que brindarán cuidados a quienes presentaban síntomas de COVID-19 y estaban a la espera de poder ingresar a un hospital. Algunos pacientes permanecían hasta ocho días.
Actualmente el municipio cuenta con 100 camas con oxígeno, de las cuales 50 están disponibles para ser utilizadas de inmediato y distribuidas en tres consultorios. El objetivo, explicó el alcalde Delpin, es que los pacientes que están a la espera de un cupo en los hospitales Barros Luco o Padre Hurtado puedan hacerlo con todas las medidas de cuidado y seguridad en cualquiera de los centros de atención primaria.
Debido a la efectividad que probó tener esta iniciativa; posteriormente fue replicada en otras comunas del sector sur de la capital.